Leucemia mieloide aguda (AML)

Medicamentos no quimioterapéuticos para la leucemia promielocítica aguda (APL)

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La quimioterapia es el tratamiento principal para la mayoría de los tipos de leucemia mieloide aguda (AML). No obstante, la leucemia promielocítica aguda (APL) es diferente a los otros tipos de AML en algunas maneras importantes.

Las células de la leucemia en APL (llamadas blastos) no pueden madurar en glóbulos blancos normales, y pueden crecer y dividirse muy rápidamente. Estas células contienen proteínas que al ser liberadas en el torrente sanguíneo pueden causar coagulación de la sangre sin control. Esto puede derivar en problemas no sólo con coágulos sanguíneos, sino también con hemorragia grave. En el pasado, cuando se utilizaban medicamentos regulares de quimioterapia (quimio) solos para eliminar estas células, estas proteínas eran liberadas en el torrente sanguíneo. Los pacientes a veces morían a causa de complicaciones por sangrado o coagulación.

Los investigadores han descubierto que las células leucémicas en la APL tienen un cambio genético específico que las hace sensibles a ciertos medicamentos que no son como los medicamentos regulares de quimioterapia. Estos medicamentos ayudan a los blastos a madurar hasta convertirse en glóbulos blancos normales. Este proceso se conoce como diferenciación y estos medicamentos se llaman agentes de diferenciación. Debido a que los blastos no mueren, éstos no liberan las proteínas nocivas a la sangre, lo que ayuda a evitar que el proceso de coagulación se torne fuera de control. Pero estos medicamentos también pueden causar sus propios efectos secundarios.

Dos de estos medicamentos se pueden usar para tratar APL:

  • Ácido transretinoico total (ATRA, tretinoin, o Vesanoid)
  • Trióxido de arsénico (ATO, Trisenox)

Para más información sobre cómo se utilizan estos medicamentos para la APL, consulte Tratamiento de la leucemia promielocítica aguda (APL).

ATRA

ATRA es una forma de vitamina A que generalmente es parte del tratamiento inicial (inducción) de la APL. Se administra junto con quimioterapia o con trióxido de arsénico para el tratamiento inicial de la APL. A menudo, también se utiliza durante algún tiempo después como parte de la fase de consolidación del tratamiento para ayudar a evitar que la leucemia reaparezca. Para esta fase del tratamiento, puede ser utilizado con quimioterapia o con trióxido de arsénico (o posiblemente ambos). Para el mantenimiento a largo plazo, se podría utilizar ATRA por sí solo o con quimioterapia.

ATRA puede causar efectos secundarios similares a los vistos cuando se toma demasiada vitamina A. Los síntomas pueden incluir dolor de cabeza, fiebre, boca y piel seca, sarpullido en la piel, hinchazón en los pies, llagas en la boca o la garganta, comezón e irritación en los ojos. También puede ocasionar que se eleven los lípidos en la sangre (como el colesterol y los triglicéridos). A menudo los resultados de las pruebas de sangre para verificar el funcionamiento del hígado dan resultados anormales. Estos efectos secundarios a menudo desaparecen cuando se suspende el medicamento.

Trióxido de arsénico (ATO)

El trióxido arsénico (ATO) es una forma de arsénico que puede ser un veneno si se administra en altas dosis. Sin embargo, los médicos han encontrado que puede actuar de una manera similar a ATRA en pacientes con APL. Se puede administrar con ATRA en las fases de inducción y consolidación del tratamiento, pero también puede ser útil en el tratamiento de pacientes cuyas APL regresaron después del tratamiento con ATRA más quimioterapia. En estos pacientes, se puede administrar el ATO junto con el medicamento de terapia dirigida ozogamicina gemtuzumab (Mylotarg).

La mayoría de los efectos secundarios del ATO son leves y pueden incluir fatiga (cansancio), náusea, vómito, diarrea, dolor abdominal y daño en los nervios (neuropatía), lo que causa adormecimiento y hormigueo en las manos y los pies. Además, el ATO puede causar problemas con el ritmo cardiaco, los cuales pueden ser graves. Es posible que su médico verifique a menudo su ritmo cardíaco con un electrocardiograma (incluso a diario) mientras usted recibe este medicamento.

Síndrome de diferenciación

El efecto secundario más importante de cualquiera de estos medicamentos es conocido como síndrome de diferenciación (en el pasado se le llamaba síndrome del ácido retinoico). Esto ocurre cuando las células leucémicas liberan ciertas sustancias químicas en la sangre. Se observa más a menudo durante el primer par de semanas de tratamiento y en pacientes con un recuento alto de glóbulos blancos.

Los síntomas pueden incluir fiebre, problemas respiratorios debidos a la acumulación de líquidos en los pulmones y alrededor del corazón, presión arterial baja, daño a los riñones, y acumulación grave de líquidos en otras partes del cuerpo. Aunque el síndrome de diferenciación puede ser grave, a menudo se puede tratar suspendiendo los medicamentos por un tiempo y administrando un esteroide como la dexametasona.

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Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society

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Actualización más reciente: agosto 21, 2018

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