Leucemia linfocítica crónica (CLL)

Trasplante de células madre para la leucemia linfocítica crónica

En la mayoría de los casos, la quimioterapia, la inmunoterapia o la terapia dirigida puede reducir el número de células de la  leucemia linfocítica crónica (CLL) y aliviar los síntomas. Estos tratamientos a menudo pueden controlar la CLL durante mucho tiempo. Pero incluso si desaparecen todos los signos de la leucemia, la enfermedad a menudo regresa posteriormente. Esto es especialmente cierto en los tipos de CLL que son más difíciles de tratar, tales como aquellos con deleciones del cromosoma 17 y mutaciones de TP53, así como CLL que no responde a los tratamientos convencionales. Las dosis más altas de quimioterapia podrían ser más eficaces, pero a menudo no se pueden administrar, ya que podrían dañar gravemente la médula ósea, donde se producen las nuevas células sanguíneas. Esto podría causar infecciones potencialmente fatales, sangrado, y otros problemas relacionados con los recuentos bajos de células sanguíneas.

Un trasplante de células madre permite que los médicos usen dosis más altas de quimioterapia, algunas veces junto con radioterapia para tratar la CLL. Después de estos tratamientos, el paciente recibe un trasplante de células madre productoras de sangre con el propósito de restaurar la médula ósea.

Las células madre productoras de sangre que se usan para un trasplante provienen ya sea de la sangre (un trasplante de células madre de sangre periférica), de la médula ósea (para un trasplante de médula ósea), o de la sangre del cordón umbilical. En el pasado eran comunes los trasplantes de médula ósea, pero recientemente han sido sustituidos por el trasplante de células madre de sangre periférica.

Aún no es clara la utilidad de los trasplantes de células madre en pacientes con CLL. Cuando se realiza el trasplante, es más frecuente como parte de un estudio clínico.

Tipos de trasplantes

Los dos tipos principales de trasplantes de células madre son el alotrasplante (alogénico) y el autotrasplante (autólogo).

  • En un autotrasplante, las propias células madre del paciente se obtienen de la sangre o de la médula ósea  y luego se regresan después del tratamiento. El problema con esto es que las células de leucemia pueden ser recogidas con las células madre.
  • En un alotrasplante, las células madre provienen de otra persona (un donante). Para disminuir el riesgo de problemas, el donante tiene que ser “compatible” con el paciente en términos de tipo de tejido. A menudo, un familiar cercano, como un hermano o hermana, presenta una buena compatibilidad. Con menos frecuencia, se puede encontrar un donante no relacionado compatible.

Debido a que la recolección de células madre del paciente también puede recoger células de la leucemia, los alotrasplantes (alogénicos) se utilizan con más frecuencia en la CLL. Este tipo de trasplante puede causar complicaciones y efectos secundarios graves y hasta potencialmente mortales, y a menudo no es una buena opción para personas de edad más avanzada o que presenten otros problemas de salud.

Para más información, consulte Trasplante de células madre (trasplantes de sangre periférica, médula ósea y sangre del cordón umbilical).

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Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society

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Actualización más reciente: mayo 10, 2018

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