Leucemia en niños

¿Qué es la leucemia en niños?

El cáncer se origina cuando las células en el cuerpo comienzan a crecer en forma descontrolada. Las células en casi cualquier parte del cuerpo pueden convertirse en cáncer. Si desea más información sobre el cáncer, cómo se origina y se propaga, consulte ¿Qué es el cáncer? Para información sobre las diferencias entre los tipos de cáncer que ocurren en los adultos y en los niños, consulte Cáncer en niños.

Las leucemias son cánceres que se origina en las células que normalmente madurarían hacia los diferentes tipos de células sanguíneas. Con más frecuencia, la leucemia se origina en formas tempranas de glóbulos blancos, pero algunas leucemias comienzan en otros tipos de células sanguíneas.

Tipos de leucemia en los niños

Existen diferentes tipos de leucemia que se  basan principalmente en: 

  • Si la leucemia es aguda (crecimiento rápido) o crónica (crecimiento más lento)
  • Si la leucemia comienza en células mieloides o células linfoides

Cuando los médicos saben el tipo de leucemia específico que padece un niño, pueden hacer un mejor pronóstico y seleccionar el mejor tratamiento.

Leucemias agudas

La mayoría de las leucemias en niños son agudas. Estas leucemias pueden progresar rápidamente y, por lo general, deben tratarse de inmediato. Los dos tipos principales de leucemia aguda son:

  • Leucemia linfocítica aguda (linfoblástica): alrededor de 3 de 4 leucemias en niños son leucemia linfocítica aguda (ALL, por sus siglas en inglés). Estas leucemias se originan en formas muy jóvenes de glóbulos blancos llamados linfocitos.
  • Leucemia mieloide aguda (AML): este tipo de leucemia, también llamada leucemia mielógena aguda, leucemia mielocítica aguda o leucemia no linfocítica aguda, representa la mayoría de los casos remanentes de leucemia en niños. La leucemia mieloide aguda (AML) se inicia a partir de las células mieloides que forman normalmente los glóbulos blancos (que no son linfocitos), los glóbulos rojos o las plaquetas.

En pocas ocasiones, las leucemias agudas pueden tener características de la ALL y de la AML. A estos tipos de leucemias se les puede llamar leucemias de linaje mixto, leucemias agudas indiferenciadas, o leucemias agudas bifenotípicas mixtas (MPAL). En los niños, son generalmente tratadas como la ALL y generalmente responden a este tratamiento como la ALL.

Tanto ALL como AML tienen subtipos, los cuales se describen en Subtipos de la leucemia en niños.

Leucemias crónicas

Las leucemias crónicas son poco comunes en los niños. Estas leucemias suelen crecer más lentamente que las leucemias agudas, aunque también son más difíciles de curar. Las leucemias crónicas se pueden dividir en dos tipos principales:

Leucemia mielomonocítica juvenil (JMML)

La leucemia mielomonocítica juvenil (JMML) es un tipo poco común de leucemia que no es crónica ni aguda. Se inicia a partir de las células mieloides, pero generalmente no crece tan rápidamente como la AML ni tan lentamente como la CML. Esta leucemia ocurre con más frecuencia en los niños de poca edad (la edad promedio de 4 años). Los síntomas pueden incluir piel pálida, fiebre, tos, moretones o sangrado que ocurre fácilmente, dificultad para respirar (debido a la presencia de demasiados glóbulos blancos en los pulmones), sarpullido y agrandamiento del bazo, el hígado y de los ganglios linfáticos. Para obtener información sobre el tratamiento de la JMML, consulte Tratamiento para niños con leucemia mielomonocítica juvenil (JMML).

Médula ósea, sangre y tejido linfático normal

Para entender la leucemia, ayuda conocer acerca de la médula ósea y los sistemas sanguíneo y linfático.

Médula ósea

La médula ósea es la parte blanda del interior de ciertos huesos que está formada por células productoras de sangre, células adiposas y tejidos de soporte. Un número reducido de las células productoras de sangre son células madre.

Las células madre sanguíneas experimentan una serie de cambios para producir nuevas células sanguíneas. Durante este proceso, las células se convierten en linfocitos (un tipo de glóbulo blanco) o en otras células productoras de sangre, las cuales son tipos de células mieloides. Las células mieloides se pueden desarrollar en glóbulos rojos, glóbulos blancos (que no sean linfocitos) o plaquetas.

Glóbulos rojos

Los glóbulos rojos transportan oxígeno desde los pulmones a todos los demás tejidos del cuerpo y devuelven el dióxido de carbono a los pulmones para ser eliminado.

Plaquetas

Las plaquetas en realidad son fragmentos celulares producidos por un tipo de célula de la médula ósea que se llama megacariocito. Las plaquetas son importantes para detener el sangrado al sellar pequeños orificios en los vasos sanguíneos.

Glóbulos blancos

Los glóbulos blancos ayudan al cuerpo a combatir infecciones. Existen distintos tipos de glóbulos blancos:

  • Los linfocitos son células maduras que se desarrollan de los linfoblastos, un tipo de célula productora de sangre en la médula ósea. Los linfocitos son las principales células que constituyen el tejido linfático que es una parte importante del sistema inmunitario. El tejido linfático se encuentra en los ganglios linfáticos, el timo (un órgano pequeño detrás del esternón), el bazo, las amígdalas y las glándulas adenoides, y la médula ósea. También se encuentra disperso en todo el sistema digestivo y el sistema respiratorio. Hay dos tipos principales de linfocitos: células B y células T. (ALL, el tipo más común de leucemia infantil, puede comenzar en las células B o en las células T). Para más información, consulte Subtipos de la leucemia en niños.
  • Los granulocitos son glóbulos blancos maduros que se desarrollan de los mieloblastos, un tipo de célula productora de sangre en la médula ósea. Los granulocitos tienen gránulos que aparecen como manchas al observarlos con un microscopio. Estos gránulos contienen enzimas y otras sustancias que pueden destruir gérmenes como las bacterias. Los tres tipos de granulocitos, (neutrófilos, basófilos y eosinófilos) se distinguen por el tamaño y el color de los gránulos cuando se observan al microscopio.
  • Los monocitos se desarrollan a partir de monoblastos productores de sangre en la médula ósea y están relacionados con los granulocitos. Después de circular en el torrente sanguíneo por aproximadamente un día, los monocitos ingresan en los tejidos corporales para convertirse en macrófagos, los cuales pueden destruir algunos gérmenes rodeándolos y digiriéndolos.

Inicio y propagación de la leucemia

La leucemia se origina en la médula ósea. Las células de la leucemia pueden acumularse allí, y sobrepasar en número a las células normales. La mayoría de las veces, las células leucémicas pasan al torrente sanguíneo con bastante rapidez. Algunos tipos de leucemia también se pueden propagar a otras partes del cuerpo, como a los ganglios linfáticos, el bazo, el hígado, el sistema nervioso central (el cerebro y la médula espinal), los testículos u otros órganos.

Algunos otros tipos de cáncer infantil, tales como el neuroblastoma o el rabdomiosarcoma, comienzan en otros órganos y se pueden propagar a la médula ósea, pero estos cánceres no son leucemia.

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Referencias

Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society

Nuestro equipo está compuesto de médicos y enfermeras con postgrados y amplios conocimientos sobre el cáncer, al igual que de periodistas, editores y traductores con amplia experiencia en contenidos médicos.

Actualización más reciente: febrero 12, 2019

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