Cómo el ejercicio puede reducir el riesgo de cáncer
Escrito por Stacy Simon. Traducción por ContextGlobal, Inc. y editado por Rafael Delfín.
Hacer ejercicio que se hace de manera habitual (rutina) es bueno para usted por muchas razones. Una de ellas es para ayudar a reducir su riesgo de desarrollar cáncer. Según los Datos y Estadísticas sobre la Prevención y Detección Temprana del Cáncer de 2019-2020 de la Sociedad Americana Contra El Cáncer, hacer más actividad física se encuentra estrechamente vinculado a un menor riesgo para varios tipos de cáncer, incluyendo cáncer colorrectal, endometrial y de seno postmenopáusico. Algunos estudios muestran que la actividad física también podría reducir el riesgo para cánceres de esófago, de hígado y de seno postmenopáusico.
El ejercicio rutinario le ayuda a mantenerse en un peso saludable y regula algunas hormonas que contribuyen al desarrollo del cáncer. Asimismo, ayuda a mantener sano el sistema inmunitario. Perder incluso una pequeña cantidad de peso conlleva beneficios para la salud y es un buen punto de partida.
Otra ventaja de hacer ejercicio es que cuando lo está haciendo, simplemente no está sentado. Hay cada vez más evidencia de que el tiempo que se pasa sentado, independientemente de cuánto ejercicio haga cuando no lo está, aumenta la probabilidad de desarrollar varios tipos de cáncer, además de obesidad, diabetes tipo 2 y cardiopatías.
¿Cuánto ejercicio necesito?
Los adultos deben realizar por lo menos 150 minutos de actividad de intensidad moderada o 75 minutos de actividad de intensidad vigorosa por semana. Pero incluso cantidades inferiores de ejercicio pueden ser de ayuda. Para las personas que no han realizado ejercicio por algún tiempo, es importante comenzar lentamente y aumentar la actividad en forma gradual. Y haga que su médico autorice cada actividad nueva.
Los niños deben realizar al menos 1 hora de actividad moderada o enérgica cada día, teniendo actividad enérgica al menos 3 días a la semana.
Algunos ejemplos de actividad moderada son caminata rápida y enérgica (3 millas por hora), baile, ciclismo sin prisa, yoga, golf, softball, tenis dobles y mantenimiento general del patio y del jardín. Algunos ejemplos de actividades enérgicas son trotar, correr, andar rápido en bicicleta, nadar, danza aeróbica, fútbol, tenis individual y básquetbol. Todas estas actividades son adicionales a las que forman parte de su rutina habitual en el hogar y en el trabajo; cosas como caminar desde su automóvil al garaje y subir un tramo de escaleras.
Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society
Nuestro equipo está compuesto de médicos y enfermeras con postgrados y amplios conocimientos sobre el cáncer, al igual que de periodistas, editores y traductores con amplia experiencia en contenidos médicos.