Exámenes y pruebas para el cáncer

Pruebas utilizadas en las muestras de biopsia y citología para diagnosticar y clasificar el cáncer

Al diagnosticar el cáncer, el patólogo mira las células de las muestras de biopsia o citología al microscopio. Con frecuencia es todo lo que hace falta para determinar el tipo y grado del cáncer, y no hay que realizar más pruebas en las muestras.

Sin embargo, a veces el patólogo tendrá que realizar otras pruebas o procedimientos en las muestras para dar con el diagnóstico. Incluso si se conoce el tipo y grado de cáncer, podrían hacerse otros análisis para saber más sobre el cáncer, por ejemplo, cómo este podría responder a ciertos tratamientos. (Para saber más sobre lo que el patólogo busca al hacer un diagnóstico, consulte ¿Qué buscan los médicos en las muestras de biopsia y citología?)

A continuación se presentan algunos de los procedimientos y pruebas de laboratorio (análisis) más comunes para las muestras de biopsia y citología. Para conocer más sobre los análisis que podrían hacerse para un cierto tipo de cáncer, consulte la sección de pruebas en la información sobre ese tipo de cáncer.

Tinciones histoquímicas

En estas pruebas se utilizan diferentes colorantes químicos que son atraídos por ciertas sustancias propias de algunos tipos de células cancerosas.

Por ejemplo, la mucosidad atrae la tinción de mucicarmina o mucicarmín. Las gotitas de mucosidad dentro de una célula que se exponen a esta tinción se verán rosadas o rojas al microscopio. Esta tinción es útil si el patólogo sospecha, por ejemplo, que hay un adenocarcinoma (un tipo de cáncer glandular) en la biopsia de pulmón. Las células de adenocarcinoma pueden producir mucosidad, por lo que encontrar manchas rosadas o rojas en las células de cáncer de pulmón expuestas a esta tinción le indicará al patólogo que el diagnóstico es adenocarcinoma.

Las tinciones no solo son útiles para clasificar los diferentes tipos de tumores, sino que también se usan en el laboratorio para identificar microorganismos (gérmenes), tales como bacterias y hongos en los tejidos. Esto es importante porque las personas con cáncer pueden tener infecciones como efecto secundario del tratamiento, o incluso debido al cáncer en sí. También es importante para diagnosticar cáncer, porque algunas enfermedades infecciosas pueden causar bultos que pueden confundirse con cáncer. Con las tinciones histoquímicas se puede indicar que el bulto se debe a una infección y no a cáncer.

Tinciones inmunohistoquímicas

Las tinciones inmunohistoquímicas (IHC, por sus siglas en inglés) o de inmunoperoxidasa son otra categoría útil de pruebas especiales. Este método utiliza proteínas inmunitarias llamadas anticuerpos, las cuales se adhieren a ciertas sustancias conocidas como antígenos, que se encuentran sobre una célula o dentro de ella. Cada tipo de anticuerpo solo se adhiere a los antígenos que le corresponden exactamente.

Hay ciertos tipos de células sanas y células cancerosas que tienen antígenos únicos. Si las células tienen un antígeno específico, los anticuerpos que corresponden a ese antígeno se unirán (se adherirán o se fijarán) a él. Para averiguar si los anticuerpos se han adherido a las células, se agregan sustancias químicas que hacen que las células cambien de color solo ante la presencia de un determinado anticuerpo (y, por lo tanto, el antígeno).

Nuestro cuerpo normalmente produce anticuerpos que reconocen los antígenos de los gérmenes y ayudan a protegernos contra las infecciones. Los anticuerpos que se utilizan en las tinciones de inmunohistoquímica son diferentes, porque se producen en el laboratorio para reconocer los antígenos asociados al cáncer y otras enfermedades.

Las tinciones de inmunohistoquímica son muy útiles para identificar ciertos tipos de cáncer. Por ejemplo, una biopsia de un ganglio linfático podría contener células que claramente parecen células cancerosas, pero quizá el patólogo no logre determinar si el cáncer comenzó en el ganglio linfático o si comenzó en otra parte del cuerpo y luego se propagó a los ganglios linfáticos. Esta distinción es muy importante porque, si el cáncer comenzó en el ganglio linfático, el diagnóstico más probable sería linfoma, mientras que si el cáncer comenzó en otra parte del cuerpo y se propagó al ganglio linfático, sería otro tipo de cáncer. El tratamiento puede variar mucho según el tipo de cáncer (y algunos otros factores).

Hay muchos anticuerpos que se pueden utilizar para las pruebas de inmunohistoquímica. Algunos son muy específicos, lo que significa que solamente reaccionan a un tipo de cáncer. Otros pueden reaccionar a algunos tipos de cáncer, por lo que se pueden probar varios anticuerpos para decidir qué tipo de cáncer es. Al observar estos resultados combinados con el aspecto del cáncer al microscopio, dónde se encuentra en el cuerpo y otra información, a menudo es posible clasificar el cáncer de una manera que puede ayudar a los médicos a decidir el mejor tratamiento.

Aunque las tinciones de inmunohistoquímica se utilizan mayormente para clasificar las células, también se pueden utilizar para detectar células cancerosas. Por ejemplo, si solo hay unas pocas células cancerosas en un ganglio linfático, puede ser difícil para el patólogo ver las células con tan solo tinciones de rutina. Pero si el patólogo sabe qué tipo de cáncer está buscando, puede elegir una tinción de inmunohistoquímica con uno o más anticuerpos que se sabe que reaccionan a esos tipos de células cancerosas, lo que ayudará a que las células cancerosas destaquen si están presentes. A veces las tinciones de inmunohistoquímica se utilizan en las biopsias de ganglios linfáticos centinela, pero por lo general no se utilizan para observar el tejido de las disecciones de ganglios linfáticos, en las que se extraen muchos ganglios. (Consulte ¿Cómo se realiza una biopsia?)

Con algunas tinciones de inmunohistoquímica se pueden reconocer sustancias específicas en las células cancerosas que podrían influir en la prognosis (el pronóstico) de la persona o en la probabilidad de que ciertos medicamentos sean útiles. Por ejemplo, la inmunohistoquímica se utiliza de manera rutinaria para ver si hay receptores de estrógeno y de progesterona en las células del cáncer de seno. Es posible que las personas cuyas células tienen estos receptores se beneficien de los medicamentos de terapia hormonal, los cuales bloquean la producción o los efectos de los estrógenos. La inmunohistoquímica también puede servir para determinar el nivel de proteínas HER2 en las células para algunos tipos de cáncer, como cáncer de seno y cáncer de estómago. Con esto, los médicos pueden decidir la probabilidad de que los medicamentos que se dirigen a la proteína HER2 beneficien a la persona.

Citometría de flujo

Con frecuencia la citometría de flujo sirve para analizar las células de las muestras de médula ósea, ganglios linfáticos y sangre. Es muy precisa para determinar el tipo exacto de leucemia o linfoma que tiene la persona. También puede ayudar a diferenciar los linfomas de las enfermedades no cancerosas en los ganglios linfáticos.

En esta prueba, se usan anticuerpos especiales para tratar las muestras de células de una biopsia, de una citología o muestras de sangre. Cada anticuerpo se adhiere solo a ciertos tipos de células que tienen los antígenos que le corresponden. Los anticuerpos están unidos a sustancias químicas que son fluorescentes (es decir, que emiten una luz de un color determinado cuando se exponen a un rayo láser).

Las células se colocan en una corriente de líquido que pasa por un rayo láser, y un instrumento analiza el color y el brillo de la luz que emite cada célula. Los datos se recopilan y analizan con una computadora para ayudar a los médicos a reconocer y clasificar el cáncer.

Además de analizar los casos sospechosos de leucemia o linfoma, la citometría de flujo también se puede utilizar para medir la cantidad de ADN presente en las células cancerosas (lo que se denomina ploidía). En lugar de utilizar anticuerpos para detectar antígenos proteicos, las células se pueden tratar con colorantes especiales que reaccionan al ADN.

  • Si hay una cantidad normal de ADN, se dice que las células son diploides.
  • Si la cantidad de ADN es inusual, las células se describen como aneuploides. El cáncer aneuploide de la mayoría de los órganos (aunque no de todos) tiende a multiplicarse y propagarse más rápido que el cáncer diploide.

La citometría de flujo también sirve para evaluar la fracción de fase S, que es la proporción de células en una muestra que se encuentran en una determinada etapa de la división celular llamada síntesis o fase S. Cuantas más células haya en la fase S, más rápido crecerá el tejido y es probable que el cáncer sea más agresivo.

Citometría de imagen

Al igual que la citometría de flujo, en esta prueba se usan tintes que reaccionan con el ADN. En lugar de suspender las células en una corriente de líquido y analizarlas con un láser, la citometría de imagen utiliza una cámara digital y una computadora para medir la cantidad de ADN en las células colocadas en el portaobjetos del microscopio. Al igual que la citometría de flujo, con la citometría de imagen también se puede determinar la ploidía de las células cancerosas.

Microscopía electrónica

El microscopio común utiliza un haz de luz para examinar los especímenes. Un microscopio electrónico es un instrumento más grande y mucho más complejo en el que se utilizan haces de electrones. El poder de ampliación de este microscopio es unas 1,000 veces mayor que el del microscopio de luz común. Rara vez hace falta este grado de ampliación para determinar si una célula es cancerosa, pero a veces puede ayudar a detectar detalles diminutos de la estructura de una célula cancerosa y dar pistas sobre el tipo exacto de cáncer.

Por ejemplo, algunos melanomas (cáncer de piel) pueden parecerse a otros tipos de cáncer al verlos al microscopio de luz común. La mayoría de las veces, estos melanomas se pueden reconocer con ciertos tintes inmunohistoquímicos. No obstante, si esas pruebas no dan una respuesta clara, se puede utilizar el microscopio electrónico para identificar pequeñas estructuras dentro de las células del melanoma, llamadas melanosomas. Esto ayuda a diagnosticar el tipo de cáncer y podría servir para elegir el mejor plan de tratamiento.

Pruebas genéticas y genómicas

Se pueden realizar diferentes tipos de análisis en las muestras de biopsia o de citología para obtener más información sobre los cambios en los genes (o los patrones de cambios en varios genes) de las células cancerosas. Este tipo de pruebas puede ayudar a determinar el tipo de cáncer que tiene una persona. En algunas situaciones, también pueden ser útiles para determinar las opciones de tratamiento.

Pruebas citogenéticas

En algunos tipos de cáncer, las células tienen un cromosoma anómalo, o más de uno (los cromosomas son largas cadenas de ADN que contienen nuestros genes, los cuales controlan el crecimiento y la función celular). Reconocer los cromosomas anómalos puede servir para identificar estos tipos de cáncer. lo cual es muy útil para diagnosticar algunos de ellos como linfoma, leucemia y sarcoma.

Incluso cuando se conoce el tipo de cáncer, las pruebas citogenéticas pueden ser útiles para averiguar el pronóstico de una persona. A veces, las pruebas incluso pueden predecir qué tratamientos podrían ser útiles.

Podría haber varios tipos de cambios en los cromosomas de las células cancerosas. Por ejemplo:

  • La translocación significa que una parte del cromosoma se ha desprendido y ahora se ha unido a otro cromosoma.
  • La inversión significa que parte de un cromosoma ahora está en orden inverso, pero todavía está unido al cromosoma correcto.
  • La eliminación significa que se ha perdido parte de un cromosoma.
  • La duplicación significa que hay copias adicionales de una parte del ADN en un cromosoma.

Algunas veces, se puede ganar o perder un cromosoma entero en las células cancerosas. (Las células humanas sanas contienen 46 cromosomas).

Para hacer las pruebas citogenéticas, las células cancerosas se cultivan en placas de laboratorio durante aproximadamente dos semanas antes de poder observar los cromosomas al microscopio. Por eso es que los resultados se suelen demorar, como mínimo, ese tiempo.

Hibridación fluorescente in situ (FISH)

La hibridación in situ con fluorescencia o hibridación fluorescente in situ (FISH, por sus siglas en inglés) es muy similar a las pruebas citogenéticas. Puede detectar la mayoría de los cambios cromosómicos que se pueden ver con un microscopio en las pruebas citogenéticas típicas. También puede detectar algunos cambios demasiado pequeños como para observarlos con las pruebas citogenéticas habituales.

En la prueba FISH se utilizan tintes fluorescentes especiales unidos a trozos de ADN que solo se adhieren a partes específicas de ciertos cromosomas. La prueba FISH puede detectar cambios cromosómicos, por ejemplo, translocaciones, que son importantes para ayudar a clasificar algunos tipos de leucemia.

Encontrar ciertos cambios cromosómicos también puede ser importante para determinar si ciertos medicamentos dirigidos podrían ser útiles para tratar algunos tipos de cáncer. Por ejemplo, con la prueba FISH se puede mostrar si hay demasiadas copias del gen HER2 (conocido como amplificación de HER2 o sobreexpresión de HER2). Con esto, los médicos pueden determinar si los medicamentos dirigidos al HER2 podrían ser útiles en personas con cáncer que contiene demasiado HER2, tales como algunos tipos de cáncer de seno y de estómago, entre otros.

A diferencia de las pruebas citogenéticas típicas, no hace falta cultivar células cancerosas en placas de laboratorio para la prueba FISH. Esto significa que los resultados de la prueba FISH están disponibles mucho antes, generalmente en unos pocos días.

Pruebas moleculares

Algunos nuevos tipos de pruebas de sensibilidad también pueden detectar cambios en el ADN, el ARN o las proteínas de las células cancerosas. Con estas pruebas se determina el tipo de cáncer que tiene una persona y si ciertos tratamientos podrían ser útiles. Algunas de estas pruebas también se pueden utilizar para ver si el tratamiento funciona o buscar signos de reaparición del cáncer.

Las pruebas de detección de cambios en las células cancerosas que sirven para determinar la mejor atención (incluido el tratamiento) a veces se denominan pruebas de biomarcadores. Cuando los resultados de este tipo de pruebas se usan para planificar el tratamiento de cada persona, esto se conoce como medicina de precisión o personalizada.

Reacción en cadena de la polimerasa (PCR): Se trata de una prueba molecular muy sensible para encontrar secuencias de ADN específicas, como las que se producen en algunos tipos de cáncer.

La PCR con transcriptasa inversa (RT-PCR) es un método que se utiliza para detectar cantidades muy pequeñas de ARN en una muestra. El ARN es una sustancia relacionada con el ADN que las células necesitan para fabricar proteínas. Existe ARN específico para cada proteína de nuestro cuerpo.

Una ventaja de la RT-PCR es que puede detectar cantidades muy pequeñas de células cancerosas en muestras de sangre o tejido que no se detectarían con otras pruebas. La RT-PCR se utiliza de forma habitual para detectar ciertos tipos de células leucémicas que quedan después del tratamiento.

Sin embargo, no está tan claro si la RT-PCR es útil para otros tipos más comunes de cáncer. Los médicos no siempre saben si encontrar unas pocas células cancerosas en la sangre o en un ganglio linfático significa que el cáncer crecerá y se propagará lo suficiente como para causar síntomas o afectar la supervivencia del paciente. En el tratamiento de personas con los tipos más comunes de cáncer, todavía no está claro si detectar algunas células cancerosas con esta prueba debería influir en las opciones de tratamiento.

La RT-PCR también se puede utilizar para subclasificar las células cancerosas. Con algunas pruebas de RT-PCR se miden los niveles de varios ARN al mismo tiempo. Al comparar los niveles de ARN importantes, los médicos a veces pueden determinar si el cáncer puede ser más o menos agresivo (multiplicarse y propagarse) de lo que se esperaría según su apariencia al microscopio. A veces, estas pruebas pueden ayudar a predecir si el cáncer responderá a ciertos tratamientos.

Perfiles de expresión genética: Con estas pruebas se comparan los niveles de muchos ARN diferentes de una muestra al mismo tiempo. Los resultados indican qué genes están activos (expresados) en un tumor, en lugar de buscar solo cambios en genes individuales.

Este patrón de actividad genética a veces sirve para predecir la prognosis (el pronóstico) de una persona, que puede ser útil para decidir más opciones de tratamiento. Por ejemplo, en algunos tipos de cáncer de seno en etapa temprana, este tipo de prueba puede mostrar la probabilidad de que el cáncer regrese después de la cirugía (y posiblemente la radiación), y así decidir si la quimioterapia debe incluirse en los tratamientos siguientes.

Este tipo de prueba también puede ser útil cuando se detecta cáncer en diferentes partes del cuerpo pero los médicos no saben con seguridad dónde se originó. (Esto se llama cáncer de origen primario desconocido o CUP). El patrón de ARN de este cáncer se puede comparar con los patrones de tipos conocidos de cáncer para ver si coinciden. Saber dónde comenzó el cáncer es útil para elegir el tratamiento. Estas pruebas pueden ayudar a determinar el tipo de cáncer, pero no siempre pueden indicar con seguridad el tipo exacto de cáncer.

Secuenciación del ADN: Algunos tipos de pruebas pueden determinar la secuencia real del ADN (el orden de las sustancias químicas que componen su código) para buscar mutaciones (cambios) genéticos dentro de las células.

Este tipo de prueba ha estado disponible durante las últimas dos décadas, y se ha utilizado principalmente para identificar a las personas que han heredado mutaciones genéticas con las que el riesgo de tener ciertos tipos de cáncer aumenta en gran medida.

Con el tiempo, los médicos han aprendido más sobre los cambios genéticos en las células cancerosas, y la tecnología relacionada con la secuenciación de ADN ha mejorado para que sea más fácil de usar. Ahora se utilizan pruebas más recientes de secuenciación de última o nueva generación (NGS, por sus siglas en inglés) para buscar cambios genéticos en algunos tipos de cáncer con los que predecir qué tratamientos, como los medicamentos dirigidos, podrían funcionar (o no) en cada persona.

La secuenciación de ADN se puede hacer para observar solo una pequeña cantidad de genes en ciertos tipos de cáncer. Pero, a medida que se descubren más cambios genéticos en las células cancerosas (y se crean medicamentos para atacar las células que los contienen), es probable que la secuenciación incluya más genes o incluso todos los genes de una célula cancerosa (aunque esto todavía no se hace de manera rutinaria). A veces, la información de la secuenciación de ADN puede incluso mostrar una mutación genética inesperada, lo que puede ayudar al médico a elegir un medicamento que, de otro modo, no se habría considerado.

Recibir los resultados de las pruebas moleculares

Algunos tipos de pruebas moleculares pueden realizarse en el laboratorio de patología del centro donde se recibe atención médica, pero otros pueden tener que enviarse a un laboratorio central para su análisis. Dependiendo de la prueba, los resultados se pueden demorar al menos un par de semanas.

Una vez que estén listos los resultados, un integrante de su equipo de atención médica debe repasarlos con usted. Pídale que le explique los resultados para que pueda entenderlos, incluso cómo podrían afectar sus opciones de tratamiento y ayudar a predecir su pronóstico.

Escrito por

Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society

Nuestro equipo está compuesto de médicos y enfermeras con postgrados y amplios conocimientos sobre el cáncer, al igual que de periodistas, editores y traductores con amplia experiencia en contenidos médicos.

Actualización más reciente: agosto 1, 2023

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