Cambios en el gusto y el olfato

Muchas personas con cáncer tienen cambios en el gusto y el olfato durante o después del tratamiento, que pueden llevarles a sentir rechazo o aversión por ciertos alimentos. La aversión alimentaria es sentir tanto desagrado o repugnancia por algunas comidas que se las evita.

Los cambios en el gusto y el olfato pueden hacer que sea más difícil comer y pueden llevar a las personas a bajar de peso sin intentarlo. No comer y beber lo suficiente puede hacer que sea más difícil para su cuerpo sanar y recuperarse del tratamiento contra el cáncer.

¿Qué cosas causan cambios en el gusto y el olfato en las personas con cáncer?

Muchas de las mismas cosas causan cambios tanto en el gusto como en el olfato. Ciertos tipos de cáncer y sus tratamientos pueden cambiar su sentido del gusto y del olfato. Algunas causas comunes son:

• Cáncer en la cabeza y el cuello.
• Algunos tratamientos contra el cáncer, como la radiación en el área del cuello y la cabeza; la cirugía de los senos paranasales u otras estructuras en la cabeza que están cerca; y algunos tipos de quimioterapia y terapias dirigidas.
• Efectos secundarios del tratamiento contra el cáncer, como la sequedad o llagas en la boca.
• Algunos medicamentos que ayudan con los efectos secundarios del tratamiento, como los antibióticos y algunos analgésicos.

Los cambios en el gusto y el olfato también pueden ser causados por cosas que no están relacionadas con el cáncer, como:

• Problemas con los dientes o las encías
• Fumar
• Medicamentos para tratar otros problemas de salud, como la hipertensión arterial, las enfermedades del corazón, la diabetes y los niveles bajos de la hormona tiroidea.

¿Cuáles son los síntomas de los cambios en el gusto y el olfato?

Los cambios de sabor pueden variar según la persona. Algunas de las quejas más comunes son:

• La comida no tiene el mismo sabor que antes, como los alimentos amargos, dulces o salados.
• La comida parece no tener gusto a nada (es sosa o insípida).
• Todo tiene el mismo sabor.
• Los alimentos parecen muy salados o muy dulces.
• Queda un sabor amargo o metálico en la boca, especialmente después de comer carne u otros alimentos ricos en proteínas.

Puede que los alimentos tengan un olor diferente ahora. La gente suele decir que:

• No le sienten olor a las cosas que antes podían oler, o ya no tienen tanto olor.
• No huelen cosas que las demás personas pueden oler.
• Notan que las cosas huelen diferente o ciertos olores son más fuertes.
• No toleran algunos olores que antes le gustaban.

A menudo, estos cambios desaparecen al finalizar el tratamiento, pero en algunos casos pueden durar mucho tiempo.

Cómo se tratan los cambios en el gusto y el olfato

• Consulte a un dentista para asegurarse de que los cambios no se deban a problemas de los dientes o en la boca. Pregúntele cuál es la mejor manera de mantener la boca limpia y si un enjuague bucal especial podría ser útil.
• Pida una consulta con un profesional de la salud especializado en nutrición (como un RDN o un RD), que le ayude a decidir qué debería comer y la mejor manera de preparar sus comidas.
• Pregúntele a su equipo de atención contra el cáncer si hay medicamentos que podrían ser útiles. A algunas personas les resultan útiles los suplementos de sulfato de zinc. Hay otros medicamentos que se están investigando y que podrían ayudar con los cambios de sabor, como el dronabinol y el megestrol.
• Si consume algún producto con tabaco, dejar de hacerlo podría mejorar su sentido del gusto y del olfato. Hable con su equipo de atención contra el cáncer o médico de cabecera sobre un buen plan para dejar de consumir tabaco.

Consejos para controlar los cambios en el gusto y el olfato

El primer paso es determinar qué cosas tienen buen o mal sabor y olor para usted. Esto puede ayudarle a tomar decisiones sobre qué comer y cómo hacer que su comida tenga mejor sabor. Podría resultarle útil llevar un diario de alimentos para hacer el seguimiento de qué comidas y bebidas le gustan y cuáles no.

Si su tratamiento le provoca náuseas y vómitos, lo mejor es no comer de 1 a 2 horas antes y aproximadamente 3 horas después de la quimioterapia. Esto podría ayudar a prevenir la aversión alimentaria a los alimentos que coma en esos períodos.

Si tiene sabor metálico en la boca

• Trate de usar tenedores, cucharas y cuchillos de plástico, y vasos y platos de vidrio.
• Prepare la comida en ollas y sartenes de vidrio en lugar de metal.
• Pruebe comer goma de mascar sin azúcar o caramelos duros de menta, limón o naranja, ya que estos sabores pueden ayudar a enmascarar el sabor amargo o metálico en la boca.
• Coma frutas y verduras frescas o congeladas en lugar de enlatadas.

Si le parece que la comida no tiene sabor o tiene mal sabor

• Condimente la comida con hierbas, especias, azúcar o sabores agrios. Pruebe gajos de limón, limonada, frutas cítricas, vinagre y alimentos en escabeche (encurtidos).
• Pruebe condimentando las comidas con nuevas salsas, hierbas o especias.
• Contrarreste el sabor salado o amargo añadiendo endulzantes. Para contrarrestar el sabor dulce, agregue jugo de limón y sal.
• Mantenga la boca limpia y cepíllese los dientes para combatir el mal sabor.
• Use un enjuague bucal con bicarbonato de sodio, sal y agua antes de comer para hacer que los alimentos tengan mejor sabor (mezcle una cucharadita de sal con una de bicarbonato de sodio en 4 tazas de agua. Agite bien antes de enjuagarse la boca y luego escupa).
• Sirva las comidas frías o a temperatura ambiente para que tengan menos sabor y olor, lo que las hace más fáciles de tolerar.
• Congele frutas como melón, uvas, naranja y sandía, y cómalas como bocadillos congelados.
• Coma verduras frescas. Puede que sean más apetitosas que las verduras enlatadas o congeladas.
• Pruebe marinando las carnes en jugos de frutas, vinos dulces, aderezos para ensaladas u otras salsas.
• Si las carnes rojas tienen un sabor extraño, pruebe otros alimentos ricos en proteínas como pollo, pescado, mantequilla de maní, frijoles o guisantes, tofu, nueces, semillas, huevos o queso.
• Mezcle frutas frescas en licuados, malteadas, helados o yogur.

Si le parece que alguna comida tiene mal olor

• Coma alimentos que no tengan que cocinarse
• Sirva las comidas frías o a temperatura ambiente
• Mantenga los alimentos cubiertos y levante la tapa lejos suyo
• Use tazas que tengan tapa (como las tazas de viaje)
• Tome las bebidas con sorbete (pajita, pajilla, popote, pitillo, cañita, calimete)
• Cocine al aire libre o use un extractor de cocina para que haya menos olor cuando prepara la comida
• Evite comer en lugares sofocantes o con poca ventilación

Hable con su equipo de atención contra el cáncer

Notifique a su equipo de atención médica contra el cáncer si:

• Nota algún cambio en el gusto y el olfato
• Tiene problemas para comer o beber

Podría ser útil hacer una lista de los alimentos y las bebidas que le cuesta mucho comer debido a cambios en el sabor y el olor. También preste atención a los olores que no esté tolerando. Compartir estos detalles con su equipo de atención contra el cáncer puede ayudarles a crear un plan que le sea útil.